sábado, 12 de enero de 2013

Recuerdo aun el primer día cuando entre a un conservatorio, parece que fue ayer. Tenía 8 años, y me encontraba rodeada de niñas de mi misma edad en una habitación con el suelo de madera, un enorme cristal que ocupaba una pared entera y como una barandilla enorme, desde entonces he ido creciendo en esa habitación y con el mismo ambiente. He tenido que ver como compañeras se quedaban atras, he tenido que soportar ser la peor de la clase y también la mejor con escedencia, y también, he tenido que decir adiós a personas que en sus tiempos marcaron mi vida, tanto como compañeras como profesoras. He sentido las lagrimas cayendo sin poder reprimirlas por agotamiento, y he sonreido sin quererlo, he visto como mi mundo se me echaba encima cuando tenía que subir a una tarima a exponer lo que llevaba años aprendiendo en 5 minutos a 5 profesores y con el unico acompañamiento de mi profesor de piano, pero también he dado un paso subiendo a esa tarima cada año. He aprendido a caerme, y a levantarme, a caerme de nuevo pensado que no podía levantarme y conseguirlo, y cuando pensaba que ya no me la podía pegar mas fuerte contra el suelo, me volvía a caer. Desde que tengo memoria, mi cabeza lleva grabada con sangre y lágrimas la misma frase: Talón, punta, talón. He tenido una frase que es la que me ha ayudado a continuar que ha sido: "Si nadie te dice que es imposible, lo conseguiras, así que, que le den a esas personas que digan que es imposible." También he aprendido a sudar en una habitación con la frase: "Cuanto mas se suda en el entrenamiento, menos se sangra en la actuación." He sentido como mis piernas no ponían más y algunos tendones se desgarraban por si solos, dejando mi vida durante un año aparcada en la calle del olvido teniendo que retomar después de una escayola y reabilitaciónes. Me he mirado en el espejo haciendo cosas imposibles para mi y viendo como me caían lágrimas de sufrimiento mientras sonreía porque, yo puedo conseguir todo lo que me proponga. He sentido que volaba, cuando en realidad solo me estaba cogiendo un compañero y me estaba alzando hacía arriba. He bailado con todo el rencor y enfado que se puede tener en las venas, creyendo que no lo conseguiría y consiguiendolo. Aun las recuerdo a ellas, a mi vida:
Tengo tatuado a fuego en la cabeza cuando después de meses lo conseguí:
Y después de 8 años, me sigo haciendo la misma pregunta "¿Como podre dejarlo algun dia?"

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