sábado, 11 de enero de 2014

Tú traduces a poesía mis ganas de hacerte cosas poco poéticas.


De pronto
tienes un verso entre los dientes,
una rima enredada en el pelo,
una asonancia entre tu risa y mi latido,
un soneto entero hecho de ti
sin estructura ni orden ni final,
pero perfecto y absoluto
como el frío contactando con mis mejillas ardiendo.

De pronto
conozco toda tu piel con tocarte las manos,
y tus miedos a todo lo temible,
tu forma de andar sin saber por qué te mueves,
tu prisa por ser aquel que vive lento,
tus reservas de ternura para un amor de emergencia,
tu desconocimiento total de emergencia alguna.

De pronto
tu frescura me quema todas las excusas
y me limito a mirarte la esencia,
los labios,
la risa,
la pena,
la máscara,
la voz,
la clavícula,
la marca en tu cuello,
el culo,
podría condenarme por ese culo,
y después de todo,

de pronto,

entiendo qué quiere decir Neruda
con eso de que se la tiraría como a un cerezo,

porque me gustas de todas las formas
en las que puedo quedarme callada
estando como ausente
cuando pasas.

Podría follarte durante toda una noche,
y a la mañana siguiente tendría ganas de hacerte un poema.

2 comentarios:

  1. Increíble. Sin palabras.
    Lo guardo en favoritos, de lo mejor que he leído en mucho tiempo.

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